Josep Maria Peña Barnés
Hay que ver como pasa el tiempo, pronto hará 6 años desde que tengo el iPad Pro que recién estrené durante el Mobile World Congress de Barcelona en 2019. Por aquellos tiempos mi idea principal fue que ese dispositivo sustituiría, en mi caso, al MacBook Pro de 2015 que tenía por aquel entonces. Y así fue durante un tiempo para ciertas tareas ofimáticas. Aunque con el paso de los años su uso ha quedado relegado a un simple despertador con el que además puedo ver multimedia.
En mi caso el MacBook ha canibalizado al iPad, relegándolo a un simple despertador con el que de vez en cuando puedo ver multimedia
Era algo que ya me pasaba antes y que se ha acentuado desde que tengo el MacBook Pro M3 Pro. Mi iPad Pro me echa de menos por qué ya no le doy un uso tan intenso. En ningún caso esto se debe a que este último haya quedado obsoleto, de hecho, aunque lo adquirí en 2019, aún tiene la potencia suficiente para realizar todas las tareas de mi día a día.
Pero francamente, no me apetece escribir artículos en el iPad ya que con el paso del tiempo me he dado cuenta de que mi productividad no es la misma.
Empezando por el teclado, tengo una funda Logitech Slim folio con teclado retroiluminado que me ha salvado de un apuro, principalmente al principio de tenerla donde le daba un uso más intenso. Y siguiendo con la pantalla de 11 pulgadas, que aunque la considero suficiente para disfrutar contenido multimedia, para trabajar cuanto mayor mejor y en esto cualquier MacBook toma la delantera.
Sinceramente, en caso de que ahora mismo se me estropeara mi iPad, no tengo claro si correría a comprar uno nuevo. Aunque tengo que confesaros que el iPad Mini me llama desde hace tiempo, pero su elevado precio es el «freno intelligence» que ha hecho que no lo tenga ya en mi poder. Y francamente, no estoy convencido de que lo vaya a comprar en el futuro.
Dicho esto, mucha parte de culpa de no usar tanto el iPad se la doy al MacBook Pro, con el que realizo la mayor parte de mis tareas, además de dedicar parte de su uso al ocio.
¿Os pasa lo mismo? Ya me diréis ¡Hasta pronto amig@s!
