En la época en la que yo era niño (finales de los años 80) aún se jugaban con los juegos tradicionales de mesa. Existían pocas consolas y ordenadores para divertirse como ahora, por eso teníamos los armarios repletos de diversos tableros y juegos de mesa para amenizar las cenas con los amigos. Jugábamos hasta las tantas con nuestros vecinos, y pasar las horas muertas cuando se iba la luz, con una vela jugando al parchís era algo normal. Ahora con la tecnología todo eso ha cambiado, pero gracias a gadgets y proyectos de kickstarter como Gameboard-1 volveremos a nuestra infancia de una forma muy real y divertida.
Se acabó usar el móvil en la mesa (algo que lamentablemente está de moda), ahora todos usaremos un tablero virtual para jugar y pasar un rato en comunidad con amigos/as o familiares.
Así funciona Gameboard-1, un tablero de mesa virtual que se adapta a todo tipo de ocasiones
Este artilugio que puedes encontrar en la web de Kickstarter, es un simple tablero de mesa virtual desde el que podrás cargar juegos e infinidad de funciones para divertirte. Es ideal para fiestas, cenas con amigos y todo lo que se pueda ocurrir. Es un gadget muy curioso, algo muy interesante que se aleja de lo habitual en estos meses de Keynote y presentaciones. Su principal objetivo es combinar juegos digitales y de mesa. Uno de sus artífices es Rob Wyatt, arquitecto de sistemas de la Xbox original y también arquitecto del proyecto de la consola retro ATARI VCS que ya estuvo en Kickstarter hace tiempo. De nuevo vuelve al crowdfunding, pero esta vez como CTO, ya que la CEO del proyecto Gameboard-1 es Shail Mehta.
La idea de este tablero es muy funcional. Quiere combinar juegos de mesa tradicionales con piezas y juegos digitales con los que se pueda interactuar, aún se me viene a la cabeza Jumanji. Un personaje del tablero podría llevar tu identidad y comunicarse con el mismo tablero para mostrar tu información, es algo muy logrado que los chicos de Strangers Things hubieran soñado en sus partidas infinitas. Os dejamos con un vídeo demostrativo para ver todo su potencial:
Es más que un simple tablero digital
Desde la misma tableta, podremos comprar juegos o acceder a ellos mediante una suscripción como nos indica la web de Kickstarter. También se podrá usar el smartphone para comunicarse con el tablero y usarlo como mando o controlador de la partida en tiempo real. Incluso podría servir de añadido de la propia pantalla del tablero. Su tecnología Sense Screen patentada en la pantalla nos permitirá interactuar con objetos sobre ella y adaptarla a cualquier superficie. Jugar al póker con ella será bastante diferente y las fichas tendrán poderes sobre la mesa.

Se puede conectar con más pantallas de juego para hacer el tablero aún más grande y así, añadir más amigos o miembros a la partida. La sincronización sería total e inalámbrica. Su batería interna proporciona hasta cuatro horas de juego ininterrumpido, así puedes llevartela al campo de tu amigo en el que todavía no hay ni luz, solo un par de sombras para jugar. Incorpora 64GB de almacenamiento, dos puertos de USB-C, bluetooth y conexión WiFi.
Podrás llevarla contigo sin problemas ya que us pantalla cuadrada de 15,6 pulgadas no se hace pesada ni difícil de transportar. La resolución es Full HD por lo que tendremos un gran contenido visual y de calidad en cada juego o tablero seleccionado. Integra además cuatro altavoces y cuatro micrófonos.
Precio y disponibilidad
Este Gameboard-1 comenzó su campaña de financiación y tiene fecha límite hasta el 9 de noviembre de este año. A la hora de redactar ese post, cuenta con 126.260€ y 487 patrocinadores. Si quieres contribuir tienes un precio base del modelo Gameboard-1 a 349$, unos 273 euros al cambio y las unidades empezarían a llegar a partir de octubre del 2020. Algo tardío y por lo que los comentarios sobre un fracaso en Kickstarter siempre asoman por la red. No obstante estamos ante un gadget muy interesante y diferente que puede aportar mucho en el futuro de los juegos de mesa (en un solo tablero) para todo tipo de públicos, desde los más peques hasta los más ancianos.