Cuando el río suena… eso mismo, deberían de pensar algunos de los betatester de Microsoft cuando encontraron las palabras ‘Windows Sandbox’ en algunas build de Windows 10. No quedaba del todo claro para que iba a servir, pero poco a poco se ha ido descubriendo el pastel y la misma Microsoft lo ha hecho oficial confirmando en su web la próxima característica que llegará a principios de 2019. Desde el momento que activemos la función de Windows Sandbox, podremos ejecutar cualquier aplicación (ya sea segura o no) de forma aislada y segura sin que afecte a nuestro sistema principal de ninguna forma.
Windows Sandbox sería como una máquina virtual integrada en el propio Windows 10

Hasta ahora, usábamos máquinas virtuales para instalar, probar aplicaciones o bien para dar caña a un sistema operativo sin que afectara a nuestro sistema principal. Teníamos que usar programas gratuitos o de pago como: VirtualBox, VMware, etc. Ahora con este entorno de Windows Sandbox, tendremos un entorno nuevo en una ventana que será nuestra caja de arena para echar toda la porquería que no queramos que infecte nuestro equipo. Es decir, instalar aplicaciones (no confiables o no seguras) o bien, para probar el rendimiento de un programa antes de instalarlo realmente. Una vez que se cierra Sandbox, todo se elimina permanentemente.
Requisitos que necesitamos para poder usar Windows Sandbox en nuestro propio ordenador
Para poder usar Windows Sandbox en tu PC necesitas como mínimo:
- Windows 10 Pro o Enterprise
- Disponer de un procesador que soporte virtualización (se activa en la BIOS)
- Arquitectura AMD64
- 4GB de RAM (aunque desde Microsoft recomiendan 8GB de RAM)
- 1GB de almacenamiento (recomendable usar un disco duro SSD)
- CPU mínima de doble núcleo (se trabajará mejor en procesadores de 4 núcleos o superior)
¿Cómo se activa la función de Windows Sandbox?
Para activar esta nueva opción (que aún no está disponible) solo la pueden probar los testers o Insiders de Microsoft con builds en versiones beta, pero para cuando llegue a todos, se habilita muy fácilmente. Nos iremos a las Características de Windows, y buscamos y activamos la opción Windows Sandbox (como se aprecia en la captura de más arriba. Tras habilitarla, reiniciamos el equipo. Cuando el ordenador encienda, ejecutamos Windows Sandbox. Cuando se abra el nuevo escritorio, ya podemos coger el archivo ejecutable .exe, o cualquier otro tipo de archivo para probarlo en el nuevo entorno virtual.
Una máquina virtual de usar y tirar
Al ser un entorno virtual todo queda en nada, cuando acabamos de ejecutar el nuevo escritorio, volvemos a nuestro ordenador de siempre y sin ningún tipo de virus o problemas de instalaciones corruptas en el sistema operativo. Es una nueva forma de experimentar sin riesgos, antes de hacer daño a tu equipo. Los usuarios de Windows están deseando que llegue esta nueva opción de forma oficial para probarla.
¿Qué os parece Windows Sandbox realmente?. Salu2!!!