Durante años, Castro ha sido mi app de podcasts favorita. De verdad, era una maravilla: súper cómoda, intuitiva y con un sistema de organización de los podcasts que me encantaba. Pero después de mucho tiempo aguantando varios fallos y esperando mejoras que nunca llegaban, he decidido cambiar. Y hoy te cuento por qué me he pasado a Pocket Casts, y por qué no me arrepiento ni un poquito.
Mi experiencia con Castro: amor del bueno… hasta que dejó de funcionar
Castro me gustaba mucho, y no lo digo por decir. Su limpio diseño, la genial idea que tuvieron con la bandeja de entrada, ese enfoque tipo “gestor de correo” para decidir qué episodios quería escuchar y cuáles no… me parecía súper cómodo y práctico. Además de súper fácil de configurar.
Todo entraba en el inbox (bandeja de entrada), y desde ahí yo decidía: este va a la cola de reproducción, este me lo guardo para más tarde, este lo descarto. Todo esto súper cómoda y rápido de hacer. Y para alguien que escucha tantos podcasts como yo, eso era oro.
Pero, como pasa a veces con las apps, Castro empezó a quedarse atrás:
- Bugs que no se solucionaban.
- Cierres inesperados.
- Falta de actualizaciones, a pesar de ser una app de pago (y además con suscripción, y nada barata, la verdad).
- Y esa sensación fea de que la aplicación ya no evoluciona, ni se ve moderna, ni está al nivel de sus competidores como Overcast, Pocket Casts o Queue Cast.
Total, que llegó un punto en el que me cansé. Y me puse a buscar alternativas.
Pocket Casts: la sorpresa que me conquistó
Lo curioso es que Pocket Casts no era nueva para mí. La había probado otras veces, pero siempre volvía a Castro por su simplicidad. Aunque esta vez sí, Pocket Casts me conquistó.
¿Por qué Pocket Casts me ha convencido?
1. Sincronización perfecta entre dispositivos
Este ha sido el punto que me ha hecho decidir a no dejar (de nuevo) Pocket Casts. Puedo empezar un episodio en el iPhone, seguirlo en el Mac o incluso en el navegador web. Esto ahora me parece imprescindible. No me imagino volver a una aplicación para escuchar podcasts que no me ofrezca esto.
2. Una interfaz bonita y rápida
Tiene un diseño limpio, moderno, y a la vez ofrece muchas opciones sin agobiar. Todo está bien organizado, es intuitiva y no te pierdes entre los menús. Es un equilibrio perfecto entre funcionalidad y diseño.
3. Filtros inteligentes
Esto me encanta y le saco mucho partido: puedo crear listas automáticas según duración de los episodios de los podcasts que sigo, también por tema o por el estado del episodio. Por ejemplo, tengo una lista de “tech podcasts cortitos” (menos de 20 min) que me viene genial para cuando estoy cocinando, conduciendo o recogiendo la casa. Y otra con episodios de más de 1h para los fines de semana.
4. Velocidad personalizada y salto de silencios
Puedo ajustar la velocidad de reproducción por cada podcast independiente del resto de podcasts, y también tiene salto automático de silencios.
5. Es gratuita (y con funciones pro si quieres más)
Pocket Casts es gratis y ya con eso tienes lo más importante. Pero si quieres aún más, puedes pagar la versión Pro y desbloquear cosas como almacenamiento en la nube, carpetas, marcadores, temas extra y más. Además, también tiene aplicación para Apple Watch y Wear OS. Pero repito: lo básico ya viene sin pagar.
Conclusión: no echo de menos a Castro (ni un poco)
Después de varias semanas usando Pocket Casts, ya no echo nada de nada la app Castro. De hecho, ya la desinstalé del iPhone. Ahora uso Pocket Casts a diario y también estoy probando Queue Cast para ver cómo evoluciona. Además, la aplicación está disponible en un sin fin de plataformas: iPhone, iPad, Apple Watch, Mac, Web, Windows, Android y hasta incluso para Alexa.
Así que si tú también usas Castro y sientes que se ha quedado estancada… creo que vale la pena darle una oportunidad a Pocket Casts.