Los que me conocéis sabéis que soy, como muchos de vosotros, un auténtico enfermo de los productos de la manzana. Fue en el año 2009 cuando mi hermano me habló del iPhone como algo revolucionario. Gracias a él en pocos días tenía en mis manos el iPhone 3GS, y todo cambió, desde entonces solo veo manzanas.
Y es que sin saberlo había puesto un pie en el ecosistema de Apple, y hoy por hoy veo bastante difícil que otra marca pueda ocupar su lugar en el ‘all-stars’ de mis dispositivos.
Esto no quiere decir que en ciertas ocasiones no pueda ser crítico, y en esta voy a serlo con uno de sus productos: los AirPods Pro.
La magia de los AirPods Pro se fue desvaneciendo con el paso de los días, y finalmente los devolví para comprarme los AirPods 2
Me remontó a principios de diciembre, yo que soy de gatillo fácil en un golpe de clic pedí los AirPods Pro en Amazon. No habían pasado ni 24 horas que ya los tenía en mi poder quebrantándose mi impaciencia.
Mi primera impresión fue pensar ¡Wow, son lo más! Ya no solo por su diseño que realmente me parece genial, si no principalmente por ser más pequeños que los AirPods de las generaciones anteriores y estéticamente quedan mejor en los oídos.
Pero lo verdaderamente increíble fue cuando me puse los AirPods Pro por primera vez. Fue sacarlos del estuche, colocármelos y en cero coma se hizo el silencio. La cancelación de ruido es brutal y ciertamente, sí que tiene algo de magia, ya que se produce una nulidad acústica externa prácticamente en su totalidad.
Y entonces os preguntaréis ¿En qué no me convencieron los nuevos AirPods Pro?
Debo decir que no tomé una decisión a la ligera. Tuve la oportunidad de probar los AirPods Pro durante algo más de un mes, y con el paso de los días me fueron surgiendo algunas dudas respecto a si los AirPods Pro estaban hechos para mí.
Definitivamente, hace pocos días decidí devolverlos por los motivos que explico en este tweet y adquirí los AirPods 2 con estuche de carga inalámbrica.
Por esto devolví los #AirPodsPro:
1️⃣Desajuste del auricular izquierdo
2️⃣Almohadillas incomodas
3️⃣La cancelación de ruido pese a ser brutal, en mi caso no era necesaria
4️⃣Estuche más grande y menos cómodo para transportar, abrir y agarrar los auriculares
5️⃣Menor coste económico— Josep (@fiebrematica) January 11, 2020
Debo deciros que aunque está claro que el precio puede influir –ya que estamos hablando que los AirPods Pro valen 279 euros– en ningún caso ha sido el motivo principal para devolverlos.
Un desajuste en el auricular izquierdo imposible de solucionar sustituyendo las almohadillas, la incomodidad de estas últimas y el hecho de que su estuche sea de mayor tamaño que el de los AirPods 2 fueron razones de peso para tomar mi decisión
Además, bajo mi punto de vista, los AirPods 2 tienen la misma calidad de sonido que los AirPods Pro, y pese a no disponer de la opción de cancelación de ruido hoy en día cumplen al 100% con mis necesidades.
Así que nada, esta es mi historia y paso por los AirPods Pro. Espero que os haya gustado y os ayude a elegir que auriculares preferís en vuestro caso. Ya sabéis que para qualquier cosa tenéis los comentarios a vuestra disposición ;)