Sergio Navas
Todo lo que sube debe bajar, es una ley física que hace referencia a la gravedad. Además es un proverbio muy conocido que usamos para indicar que todo lo que empieza tendrá un final. No pretendo ser dramático pero en el último año las finanzas de Samsung no son como se esperaba.
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos. Citaba William Shakespeare
Hace un año Samsung tenía en sus arcas un beneficio de 9.600 millones de dólares, una cifra increíble que reflejaba lo que era Samsung en aquella época. La gama Galaxy era la más popular y era una de las elecciones preferidas, por lo menos en España. Pero hoy en día las cosas han cambiado mucho.
Siempre he pensado que Samsung nos tomaba el pelo con sus productos. De acuerdo que Samsung es una empresa con prestigio, que crea grandes terminales y que estos destacan por encima de la mayoría. Pero nunca he llegado a entender como podían gustar tanto unos terminales con acabados de plástico, tanta personalización en su capa Touchwiz y con los problemas de batería/rendimiento que esto les generaba. Pero ya sabemos que la publicidad todo lo puede y si en la TV sale Samsung, en la tienda el cliente quiere Samsung. Insisto que Samsung me encanta y tengo varios productos suyos en mi propia casa, pero siento que el boom de la gama Galaxy fue gracias a un buen marketing.
Ningún fan de Samsung debe preocuparse, pero los beneficios de la marca coreana han descendido un 60% en este último año. Es cierto que siguen teniendo beneficios y que les dure mucho. El mercado necesita un Samsung. Pero la proyección es cuanto menos… alarmante.
La batalla por el mejor smartphone la tenían Apple y Samsung, sin duda. Pero ahora otros fabricantes se han puesto las pilas, HTC desde su primer One M7 demostró que la batalla no sería cosa de dos. LG ha apostado por Android y con su gama Nexus, un excelentísimo G2 y un todoterreno G3 se ha posicionado como una de las marcas top de Android. Por si esto no fuera suficiente, en mercado asiático viene pisando fuerte con OnePlus, Oppo y Xiaomi. Obviamente el mercado ya no es un juego de dos y la parte del pastel de Android debe ser repartida.
Fuente: Samsung
