No tengo claro cuando pasó, pero desde luego si eres amante de las nuevas tecnologías sentirás lo mismo que yo, o algo parecido. Desde que tengo uso de razón, la tecnología me ha ayudado a hacer, pero sobretodo a sentir.
Soy consciente que la convergencia entre tecnología y sensaciones suena raro, quizás hasta suena a perogrullo. La tecnología para algunos es algo artificial, sin alma y que queda lejos de los sentimientos, dicen.
Pero desde pequeñajo me he emocionado creando mis propios albumes de música. He alucinado con historias que me han marcado, en mundos virtuales, los videojuegos. Incluso me he enorgullecido creando software y hardware, sintiéndome casi como el padre de mis pequeñas obras. Todas esas sensaciones han sido posibles gracias a la tecnología.
La tecnología hoy día converge con los sentimientos
Ya no cabe duda alguna, la tecnología nos ayuda ser más humanos. No sé cuando pasó, pero hubo un punto de inflexión donde la tecnología pasó de ser sólo para unos pocos, a ser algo global, que nos ayuda a estar conectados con nuestros seres queridos, a conocer a gente maravillosa, quizás del otro lado del charco, pero que tiene las mismas aficiones e inquietudes que nosotros. Y todo esto es posible gracias a las nuevas tecnologías, sin ellas hoy seríamos menos humanos y perderíamos mucho por sentir.
Por supuesto, seguimos disfrutando de ese café social entre amigos, de una buena charla 1.0. Pero hubo un momento, no se cuando, donde la tecnología y la humanidad convergieron.
Quizás el mejor ejemplo de ello sea Neil Harbisson, el primer cyborg reconocido, a quien le implantaron una antena en la cabeza gracias a la cual puede escuchar los colores y esto le ha hecho percibir un nuevo mundo de sensaciones.
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Neil Harbisson une lo mejor de dos mundos, las sensaciones humanas con la tecnología
Sinceramente, si hoy me quitan el ordenador o el smartphone me sentiría la mitad de mi mismo. Desde cosas tan simples como dejar de estar conectado con el mundo y no saber que pasa ahí fuera, desde no poder revisar mi feed de Instagram y perderme todas esas sensaciones visuales. La tecnología nos mejora, nos complementa. Como el propio Neil Harbisson explica en el siguiente vídeo donde compara su posición como cyborg y lo que un conductor siente gracias a la cantidad de sensores que puede incorporar un coche, como el Toyota Prius.
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La tecnología ha llegado para quedarse
No hace demasiado tiempo que la tecnología es accesible para todos. Hoy en día hasta mi suegra usa un smartphone y pasa más horas de las que se hubiera imaginado consumiendo contenido digital. Hoy tenemos tecnología en todos los utensilios del hogar y cada vez serán más y más. Ya hemos pagado el peaje y ha sido de forma natural. Esto ya no tiene marcha atrás, estamos de pleno en la cresta de la evolución tecnológica y lo próximo podrían ser las inteligencias artificiales. El tiempo lo dirá, pero sin duda hombre y máquina hoy convergen en el día a día, casi sin saberlo :)
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