Sergio Navas
Reconozcámoslo, somos unos consumistas. Queremos el coche más rápido, la televisión más grande y el mejor smartphone posible. Burro grande ande o no ande. Unos son de Android y otros de Apple, eso no importa pues ambas plataformas nos aportan cosas increíbles. Pero en nuestra búsqueda del santo grial tecnológico intentamos siempre que nuestro fiel compañero de bolsillo cumpla lo mejor posible con nuestras necesidades.
En las pasadas jornadas de podcasting de Barcelona, tuve la oportunidad de tener charlas entre geeks apasionantes y hubo un comentario que me marcó. Siempre he defendido que para ahorrar batería podemos desconectar ciertas funciones de conectividad, pero esto muchos lo llevan al extremo. Hay gente que para ahorrar batería lleva el brillo casi al mínimo, hay móviles con funciones de bajo consumo energético que lo que hacen es limitarlo y hay incluso personas que hacen que su máquina corra a menos ciclos de reloj para alargar su vida. Bajo causa justificada me parece algo normal, que todos hemos hecho. Pero como mi amigo Guille dijo en una ocasión:
La tecnología está para servirnos y no al revés.
A veces nos dejamos llevar por la idea de tener un terminal perfecto, que no existe. Le instalamos nuevas ROMs cada vez que salen, actualizamos a las últimas versiones de nuestro sistema al momento y desconectamos funciones de conectividad para que la máquina nos aguante despierta todo el día. Así parecerá que tenemos una mejor máquina, pero en realidad estamos recreando el día del juicio final de Terminator :P
La máquina debe estar al servicio del hombre y no al revés. Personalmente no quiero preocuparme por las necesidades de mi dispositivo, lo cuido lo mejor posible pero no dudo en tener todo activado aún sin necesitarlo. Un smartphone es un dispositivo fantástico que bien usado nos puede hacer más productivos, más profesionales. Pero si nos preocupamos más por las necesidades de nuestro smartphone que por las nuestras, el smartphone estará perdiendo su función. Disfruta tú máquina, no dejes de jugar a tu PlayStation aunque digan que con el uso se estropea el Blu-Ray. No dejes de pulsar el botón home de tu smartphone aunque sepas que tiene un longevidad determinada y no desconectes funciones manualmente. Preocúpate de exprimir al máximo la tecnología y que ella no te exprima a ti.
